¿Cómo puede una persona común establecer su propio sistema de inversión?
En esta era de saturación de información y volatilidad creciente del mercado, si todavía esperas invertir confiando en "escuchar rumores" o "seguir tendencias", no solo será difícil ganar dinero, sino que también es más probable que te conviertas en un objetivo de recolección para otros. Una persona común que desea sobrevivir en el mercado de capitales y ganar un interés compuesto estable, en realidad no tiene atajos. La verdadera forma efectiva a largo plazo es establecer un sistema de inversión propio, no son operaciones afortunadas de acertar la dirección una o dos veces, sino un marco de capacidad sostenible. La construcción de este sistema, aunque no parece complicada, se reduce a tres pasos: Ampliar la comprensión de los activos → Encontrar tu lugar de coincidencia → Investigar a fondo en lo que has invertido. Primer paso: Abrir los límites del reconocimiento de activos Cuando muchas personas hablan de invertir, lo que se les viene a la mente es comprar casas, especular con acciones o ahorrar en productos financieros bancarios. Pero, ¿te has dado cuenta de que esto es solo una pequeña parte de todo el mundo de los activos? El mercado de inversiones real es mucho más rico de lo que imaginas. Además de los activos más comunes como bienes raíces y acciones, en realidad también puedes elegir: Activos de tipo de interés: bonos del gobierno, bonos de inversión municipal, fondos de dinero. Activos de capital: acciones, REITs, fondos del mercado primario. Activos de tipo mercancía: oro, petróleo crudo, materias primas. Activos criptográficos: BTC, ETH, stablecoins, certificados de staking en cadena, etc. Mercado de derivados: opciones, futuros, productos estructurados, etc. Detrás de cada activo, en realidad se refleja una variable sistémica: el ciclo económico, el entorno de tasas de interés, las expectativas de inflación, la situación crediticia... Cuanto más amplia sea tu comprensión de los activos, más tridimensional será tu perspectiva del mercado. Por lo tanto, el primer paso para establecer un sistema de inversión no es comprar algo de inmediato, sino ampliar tu visión y tratar de completar lo más posible este "mapa de activos". Leer, ver informes, charlar con personas experimentadas e incluso intentar pequeñas prácticas por uno mismo son buenas maneras de mejorar rápidamente la comprensión de los activos. No te apresures a entrar en acción, primero aclara "qué puedes comprar" y estarás muy por delante de la mayoría. Segundo paso: elige los activos que realmente se adapten a ti. Una vez que sepas qué opciones hay en el mercado, lo siguiente que debes hacer no es "elegir la más rentable", sino "elegir la que mejor se adapte a ti". Muchas personas tienden a pasar por alto este aspecto, lo que resulta en comprar activos de alto riesgo, pero no pueden soportar la volatilidad; o sosteniendo activos de bajo rendimiento, pero quejándose de que los retornos son demasiado bajos. Los activos que te convienen no solo dependen del entorno macroeconómico actual, sino también de quién eres. ¿Eres un recién graduado universitario o ya eres un adulto de mediana edad con responsabilidades familiares? ¿Tienes ingresos estables? ¿Tienes deudas? ¿Cuánto riesgo puedes asumir? ¿Tienes algún gasto importante en los próximos tres años? Por ejemplo, hace más de diez años, el sector inmobiliario era adecuado para la mayoría de las personas comunes; durante los años de la pandemia, la relación calidad-precio de los bonos era muy alta; ahora, en la etapa de altas tasas de interés, los bonos del Tesoro a corto plazo o los fondos monetarios también son una forma de "ganar sin esfuerzo". Pero esto no significa que debas copiar las respuestas, sino que debes aprender a pensar: ¿en qué posición estás, en qué etapa, y qué variables enfrentas? Tu flujo de efectivo, tu tolerancia al riesgo y tu ritmo de vida determinan cómo deberías asignar tus activos. Solo si eliges correctamente en este paso, no te sentirás ansioso y no podrás dormir debido a las fluctuaciones del mercado. Paso tres: Investiga a fondo lo que deseas invertir. Si los dos primeros pasos pueden evitar que pierdas dinero, entonces el tercer paso es la clave para realmente ampliar la diferencia de ganancias. Muchas personas compran acciones o criptomonedas, solo se quedan en el nivel de "esta es una industria popular" "mucha gente lo recomienda". Pero realmente, quienes logran obtener rendimientos excesivos hacen mucho más que eso. Ellos preguntarán: ¿Quién es realmente el líder en esta industria? ¿Quién es el falso líder que solo busca aprovechar la fama? ¿El modelo de negocio de la empresa puede funcionar? ¿Hay flujo de caja positivo? ¿El contenido técnico realmente tiene un umbral, o es solo contar historias? ¿La valoración actual es razonable, o está sobrestimando las expectativas de los próximos 10 años? En otras palabras, debes investigar el activo en el que inviertes como si estuvieras comprando una casa. No se trata de decir "las casas de Shenzhen son buenas", sino de preguntar: ¿qué distrito, a qué precio, en una zona escolar o comercial, hay planes importantes, cómo es la estructura de oferta y demanda? Al aplicar este hábito de investigación a cualquier industria, ya sea energía nueva, IA, medicina, consumo o Web3, te darás cuenta de que la información que ves es completamente diferente a la de las personas comunes. Este paso es el comienzo de tu verdadera construcción de "ventaja cognitiva a largo plazo". También es el salto clave que te lleva de "no perder" a "ganar de manera constante". La inversión no se gana con la intuición, especialmente no se gana con un "destello" a corto plazo. Lo que realmente abre la brecha entre las personas es si tienen su propio sistema: ¿Tienes un método para convertir la complejidad del mundo en un lenguaje que puedas entender y manipular? ¿Has dedicado tiempo a entender la lógica subyacente de diferentes activos? ¿Puedes evaluar claramente en qué posición te encuentras? ¿Realmente has invertido esfuerzo en investigar lo que has invertido? Estos tres pasos no parecen difíciles, pero las personas que realmente se comprometen a hacerlos bien son escasas. Puede que no puedas predecir el futuro, pero mientras tengas un sistema que sea repetible y evolutivo, esa es tu capacidad fundamental para resistir riesgos y aprovechar oportunidades. Y cuando establezcas este sistema, ya no serás un seguidor del mercado, sino que comenzarás a convertirte en un actor con opiniones y un marco definido.
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¿Cómo puede una persona común establecer su propio sistema de inversión?
En esta era de saturación de información y volatilidad creciente del mercado, si todavía esperas invertir confiando en "escuchar rumores" o "seguir tendencias", no solo será difícil ganar dinero, sino que también es más probable que te conviertas en un objetivo de recolección para otros.
Una persona común que desea sobrevivir en el mercado de capitales y ganar un interés compuesto estable, en realidad no tiene atajos. La verdadera forma efectiva a largo plazo es establecer un sistema de inversión propio, no son operaciones afortunadas de acertar la dirección una o dos veces, sino un marco de capacidad sostenible.
La construcción de este sistema, aunque no parece complicada, se reduce a tres pasos:
Ampliar la comprensión de los activos → Encontrar tu lugar de coincidencia → Investigar a fondo en lo que has invertido.
Primer paso: Abrir los límites del reconocimiento de activos
Cuando muchas personas hablan de invertir, lo que se les viene a la mente es comprar casas, especular con acciones o ahorrar en productos financieros bancarios. Pero, ¿te has dado cuenta de que esto es solo una pequeña parte de todo el mundo de los activos?
El mercado de inversiones real es mucho más rico de lo que imaginas. Además de los activos más comunes como bienes raíces y acciones, en realidad también puedes elegir:
Activos de tipo de interés: bonos del gobierno, bonos de inversión municipal, fondos de dinero.
Activos de capital: acciones, REITs, fondos del mercado primario.
Activos de tipo mercancía: oro, petróleo crudo, materias primas.
Activos criptográficos: BTC, ETH, stablecoins, certificados de staking en cadena, etc.
Mercado de derivados: opciones, futuros, productos estructurados, etc.
Detrás de cada activo, en realidad se refleja una variable sistémica: el ciclo económico, el entorno de tasas de interés, las expectativas de inflación, la situación crediticia... Cuanto más amplia sea tu comprensión de los activos, más tridimensional será tu perspectiva del mercado.
Por lo tanto, el primer paso para establecer un sistema de inversión no es comprar algo de inmediato, sino ampliar tu visión y tratar de completar lo más posible este "mapa de activos".
Leer, ver informes, charlar con personas experimentadas e incluso intentar pequeñas prácticas por uno mismo son buenas maneras de mejorar rápidamente la comprensión de los activos. No te apresures a entrar en acción, primero aclara "qué puedes comprar" y estarás muy por delante de la mayoría.
Segundo paso: elige los activos que realmente se adapten a ti.
Una vez que sepas qué opciones hay en el mercado, lo siguiente que debes hacer no es "elegir la más rentable", sino "elegir la que mejor se adapte a ti".
Muchas personas tienden a pasar por alto este aspecto, lo que resulta en comprar activos de alto riesgo, pero no pueden soportar la volatilidad; o sosteniendo activos de bajo rendimiento, pero quejándose de que los retornos son demasiado bajos. Los activos que te convienen no solo dependen del entorno macroeconómico actual, sino también de quién eres.
¿Eres un recién graduado universitario o ya eres un adulto de mediana edad con responsabilidades familiares? ¿Tienes ingresos estables? ¿Tienes deudas? ¿Cuánto riesgo puedes asumir? ¿Tienes algún gasto importante en los próximos tres años?
Por ejemplo, hace más de diez años, el sector inmobiliario era adecuado para la mayoría de las personas comunes; durante los años de la pandemia, la relación calidad-precio de los bonos era muy alta; ahora, en la etapa de altas tasas de interés, los bonos del Tesoro a corto plazo o los fondos monetarios también son una forma de "ganar sin esfuerzo". Pero esto no significa que debas copiar las respuestas, sino que debes aprender a pensar: ¿en qué posición estás, en qué etapa, y qué variables enfrentas?
Tu flujo de efectivo, tu tolerancia al riesgo y tu ritmo de vida determinan cómo deberías asignar tus activos. Solo si eliges correctamente en este paso, no te sentirás ansioso y no podrás dormir debido a las fluctuaciones del mercado.
Paso tres: Investiga a fondo lo que deseas invertir.
Si los dos primeros pasos pueden evitar que pierdas dinero, entonces el tercer paso es la clave para realmente ampliar la diferencia de ganancias.
Muchas personas compran acciones o criptomonedas, solo se quedan en el nivel de "esta es una industria popular" "mucha gente lo recomienda". Pero realmente, quienes logran obtener rendimientos excesivos hacen mucho más que eso.
Ellos preguntarán:
¿Quién es realmente el líder en esta industria? ¿Quién es el falso líder que solo busca aprovechar la fama? ¿El modelo de negocio de la empresa puede funcionar? ¿Hay flujo de caja positivo?
¿El contenido técnico realmente tiene un umbral, o es solo contar historias? ¿La valoración actual es razonable, o está sobrestimando las expectativas de los próximos 10 años?
En otras palabras, debes investigar el activo en el que inviertes como si estuvieras comprando una casa.
No se trata de decir "las casas de Shenzhen son buenas", sino de preguntar: ¿qué distrito, a qué precio, en una zona escolar o comercial, hay planes importantes, cómo es la estructura de oferta y demanda?
Al aplicar este hábito de investigación a cualquier industria, ya sea energía nueva, IA, medicina, consumo o Web3, te darás cuenta de que la información que ves es completamente diferente a la de las personas comunes.
Este paso es el comienzo de tu verdadera construcción de "ventaja cognitiva a largo plazo". También es el salto clave que te lleva de "no perder" a "ganar de manera constante".
La inversión no se gana con la intuición, especialmente no se gana con un "destello" a corto plazo.
Lo que realmente abre la brecha entre las personas es si tienen su propio sistema:
¿Tienes un método para convertir la complejidad del mundo en un lenguaje que puedas entender y manipular?
¿Has dedicado tiempo a entender la lógica subyacente de diferentes activos? ¿Puedes evaluar claramente en qué posición te encuentras? ¿Realmente has invertido esfuerzo en investigar lo que has invertido?
Estos tres pasos no parecen difíciles, pero las personas que realmente se comprometen a hacerlos bien son escasas.
Puede que no puedas predecir el futuro, pero mientras tengas un sistema que sea repetible y evolutivo, esa es tu capacidad fundamental para resistir riesgos y aprovechar oportunidades.
Y cuando establezcas este sistema, ya no serás un seguidor del mercado, sino que comenzarás a convertirte en un actor con opiniones y un marco definido.