Japón apunta al campo Web3, buscando nuevas oportunidades económicas
Japón, como la tercera economía más grande del mundo, ha enfrentado numerosos desafíos en los últimos años. La repetición de la pandemia de COVID-19, el agravamiento de la crisis de deuda y el envejecimiento de la población son problemas que han ejercido una gran presión sobre la economía japonesa. Ante estas dificultades, Japón busca lograr una transformación y crecimiento económico a través del desarrollo de Web3 y otros campos emergentes.
Al revisar el desarrollo económico de Japón, se puede observar que ha pasado por múltiples crisis y reestructuraciones. Después de la Segunda Guerra Mundial, Japón se recuperó rápidamente y logró un crecimiento acelerado, convirtiéndose en la segunda economía más grande, solo detrás de Estados Unidos. Sin embargo, después del colapso de la burbuja económica en la década de 1990, la economía japonesa cayó en una larga estancamiento. Para hacer frente a la crisis, Japón aceleró la modernización industrial y la globalización, desarrollando enérgicamente industrias de alta tecnología como la automotriz y la electrónica, y fortaleciendo las inversiones en el extranjero. Después de años de ajustes, Japón ha ido estableciendo gradualmente su posición de ventaja en algunos sectores de manufactura avanzada y tecnología.
Sin embargo, el desarrollo de Japón en la economía de Internet ha sido relativamente lento. Esto se debe principalmente a varios factores: en primer lugar, el tamaño limitado del mercado local de Japón dificulta el crecimiento de grandes empresas de Internet; en segundo lugar, la cultura tradicional japonesa es bastante conservadora, lo que no favorece la innovación en Internet; además, Japón cuenta con un sistema de servicios offline bien desarrollado, lo que resulta en una demanda insuficiente de servicios de Internet; por último, Japón se perdió el período clave del desarrollo de Internet, lo que dificulta la adquisición de tecnologías clave. Esto ha llevado a que Japón carezca de empresas representativas en la industria global de Internet.
Ante esta situación, el gobierno japonés está activamente posicionándose en el ámbito de Web3, con la esperanza de revitalizar la economía a través de esta industria emergente. El primer ministro Fumio Kishida ha expresado en varias ocasiones su apoyo al desarrollo de Web3 y ha promovido la legislación relacionada. Japón ha promulgado la primera ley del mundo sobre stablecoins y planea crear un entorno favorable para las empresas de Web3 desde el punto de vista fiscal y otros aspectos.
Con el apoyo de políticas, la industria de Web3 en Japón ha comenzado a desarrollarse. Actualmente, Japón cuenta con varias casas de cambio de criptomonedas con licencia, con una base de usuarios que alcanza millones. Algunas grandes empresas, como Bandai Namco, también han comenzado a incursionar en proyectos de Web3. Las agencias de capital de riesgo también están activamente invirtiendo en áreas relacionadas.
A pesar de que Japón ha comenzado más tarde en el campo del Web3, gracias a sus ventajas en áreas como los videojuegos y el anime, así como al fuerte apoyo del gobierno, Japón tiene la esperanza de encontrar nuevos puntos de crecimiento económico en esta industria emergente. Sin embargo, debido a factores como el tamaño del mercado, Japón enfrenta muchos desafíos para lograr una aceleración en el corto plazo. Vale la pena observar si Japón puede recrear la gloria económica de antaño.
Ver originales
This page may contain third-party content, which is provided for information purposes only (not representations/warranties) and should not be considered as an endorsement of its views by Gate, nor as financial or professional advice. See Disclaimer for details.
El gobierno japonés impulsa el desarrollo de Web3 en busca de un nuevo motor para el crecimiento.
Japón apunta al campo Web3, buscando nuevas oportunidades económicas
Japón, como la tercera economía más grande del mundo, ha enfrentado numerosos desafíos en los últimos años. La repetición de la pandemia de COVID-19, el agravamiento de la crisis de deuda y el envejecimiento de la población son problemas que han ejercido una gran presión sobre la economía japonesa. Ante estas dificultades, Japón busca lograr una transformación y crecimiento económico a través del desarrollo de Web3 y otros campos emergentes.
Al revisar el desarrollo económico de Japón, se puede observar que ha pasado por múltiples crisis y reestructuraciones. Después de la Segunda Guerra Mundial, Japón se recuperó rápidamente y logró un crecimiento acelerado, convirtiéndose en la segunda economía más grande, solo detrás de Estados Unidos. Sin embargo, después del colapso de la burbuja económica en la década de 1990, la economía japonesa cayó en una larga estancamiento. Para hacer frente a la crisis, Japón aceleró la modernización industrial y la globalización, desarrollando enérgicamente industrias de alta tecnología como la automotriz y la electrónica, y fortaleciendo las inversiones en el extranjero. Después de años de ajustes, Japón ha ido estableciendo gradualmente su posición de ventaja en algunos sectores de manufactura avanzada y tecnología.
Sin embargo, el desarrollo de Japón en la economía de Internet ha sido relativamente lento. Esto se debe principalmente a varios factores: en primer lugar, el tamaño limitado del mercado local de Japón dificulta el crecimiento de grandes empresas de Internet; en segundo lugar, la cultura tradicional japonesa es bastante conservadora, lo que no favorece la innovación en Internet; además, Japón cuenta con un sistema de servicios offline bien desarrollado, lo que resulta en una demanda insuficiente de servicios de Internet; por último, Japón se perdió el período clave del desarrollo de Internet, lo que dificulta la adquisición de tecnologías clave. Esto ha llevado a que Japón carezca de empresas representativas en la industria global de Internet.
Ante esta situación, el gobierno japonés está activamente posicionándose en el ámbito de Web3, con la esperanza de revitalizar la economía a través de esta industria emergente. El primer ministro Fumio Kishida ha expresado en varias ocasiones su apoyo al desarrollo de Web3 y ha promovido la legislación relacionada. Japón ha promulgado la primera ley del mundo sobre stablecoins y planea crear un entorno favorable para las empresas de Web3 desde el punto de vista fiscal y otros aspectos.
Con el apoyo de políticas, la industria de Web3 en Japón ha comenzado a desarrollarse. Actualmente, Japón cuenta con varias casas de cambio de criptomonedas con licencia, con una base de usuarios que alcanza millones. Algunas grandes empresas, como Bandai Namco, también han comenzado a incursionar en proyectos de Web3. Las agencias de capital de riesgo también están activamente invirtiendo en áreas relacionadas.
A pesar de que Japón ha comenzado más tarde en el campo del Web3, gracias a sus ventajas en áreas como los videojuegos y el anime, así como al fuerte apoyo del gobierno, Japón tiene la esperanza de encontrar nuevos puntos de crecimiento económico en esta industria emergente. Sin embargo, debido a factores como el tamaño del mercado, Japón enfrenta muchos desafíos para lograr una aceleración en el corto plazo. Vale la pena observar si Japón puede recrear la gloria económica de antaño.