Se han eliminado permanentemente más de 410 billones de tokens SHIB de circulación.
La quema aumenta la escasez, pero el suministro masivo aún limita el movimiento fuerte de precios.
El futuro de SHIB depende de la utilidad, no solo de las quema de tokens.
El SHIB de Shiba Inu ha logrado algo enorme: más de 410.74 billones de SHIB ya no existen para siempre. Eso es el 41% del suministro original borrado. Un número tan grande que suena irreal. Sin embargo, aquí estamos. Los amantes de las criptomonedas en todas partes están observando de cerca. ¿Podría esta gigantesca quema finalmente empujar el precio de SHIB más alto? Parece lógico. Menos tokens deberían significar más valor. Pero las cosas no siempre son tan simples cuando se trata de monedas meme como SHIB.
La quema: ¿simbólica o revolucionaria?
Shiba Inu comenzó su vida con un suministro ridículo: 1 cuatrillón de tokens. Era parte broma, parte genio. Ese número desmesurado hizo que SHIB se sintiera juguetón pero también ilimitado. Luego, Vitalik Buterin intervino. En 2021, quemó 410 billones de tokens que le habían sido enviados sin previo aviso. Ese único acto dejó atónito al mundo cripto. Desde entonces, la comunidad de SHIB se ha comprometido a seguir quemando.
Hoy, el suministro total se sitúa cerca de 589 billones. Y las llamas siguen aumentando. Justo la semana pasada, la red vio un aumento del 480% en la tasa de quema. Casi 700 millones de SHIB desaparecieron en siete días. Eso no es una hazaña pequeña. Muestra enfoque, disciplina y visión a largo plazo. En teoría, esto suena alcista. Un suministro que disminuye generalmente genera presión sobre el precio. Pero solo si la demanda se mantiene o crece. Y ahí radica el desafío.
Más allá de la quema: construyendo una utilidad real
SHIB todavía tiene cientos de billones de tokens flotando. Eso es una montaña de monedas. La oferta por sí sola no puede elevar el precio. La demanda también debe aumentar. De lo contrario, la quema sigue siendo simbólica. Impresionante, sí. Pero no es un boleto garantizado para precios más altos. El futuro de SHIB no se escribirá solo con las quemas de tokens. El uso en el mundo real debe impulsar la historia ahora. Y se están produciendo avances. El equipo lanzó Shibarium, una solución de Capa 2 destinada a escalar y reducir las tarifas de gas. Eso es un gran paso.
También introdujeron la Capa Alpha de Shib: una herramienta para desarrolladores que construyen aplicaciones blockchain rápidas. Y acaban de asociarse con TokenPlayAI para entrar en el gaming de Web3. Estos movimientos sugieren una ambición seria. SHIB quiere deshacerse de la etiqueta de meme y convertirse en una moneda de utilidad. Aún así, el mercado no ha respondido completamente. Los inversores necesitan más pruebas. Quieren ver adopción, no solo anuncios.
Por ahora, las piezas están encajando, pero la tracción sigue siendo lenta. La gran quema envía una señal fuerte. SHIB tiene como objetivo mantenerse en el juego. Pero el precio no subirá solo por escasez. Subirá cuando la gente crea que SHIB aporta valor—en cadena y fuera de cadena. Por ahora, la esperanza flota en llamas. Pero la demanda real decidirá si SHIB vuela o se apaga.
El contenido es solo de referencia, no una solicitud u oferta. No se proporciona asesoramiento fiscal, legal ni de inversión. Consulte el Descargo de responsabilidad para obtener más información sobre los riesgos.
410 billones de SHIB quemados—¿viene finalmente un aumento de precios?
Se han eliminado permanentemente más de 410 billones de tokens SHIB de circulación.
La quema aumenta la escasez, pero el suministro masivo aún limita el movimiento fuerte de precios.
El futuro de SHIB depende de la utilidad, no solo de las quema de tokens.
El SHIB de Shiba Inu ha logrado algo enorme: más de 410.74 billones de SHIB ya no existen para siempre. Eso es el 41% del suministro original borrado. Un número tan grande que suena irreal. Sin embargo, aquí estamos. Los amantes de las criptomonedas en todas partes están observando de cerca. ¿Podría esta gigantesca quema finalmente empujar el precio de SHIB más alto? Parece lógico. Menos tokens deberían significar más valor. Pero las cosas no siempre son tan simples cuando se trata de monedas meme como SHIB.
La quema: ¿simbólica o revolucionaria?
Shiba Inu comenzó su vida con un suministro ridículo: 1 cuatrillón de tokens. Era parte broma, parte genio. Ese número desmesurado hizo que SHIB se sintiera juguetón pero también ilimitado. Luego, Vitalik Buterin intervino. En 2021, quemó 410 billones de tokens que le habían sido enviados sin previo aviso. Ese único acto dejó atónito al mundo cripto. Desde entonces, la comunidad de SHIB se ha comprometido a seguir quemando.
Hoy, el suministro total se sitúa cerca de 589 billones. Y las llamas siguen aumentando. Justo la semana pasada, la red vio un aumento del 480% en la tasa de quema. Casi 700 millones de SHIB desaparecieron en siete días. Eso no es una hazaña pequeña. Muestra enfoque, disciplina y visión a largo plazo. En teoría, esto suena alcista. Un suministro que disminuye generalmente genera presión sobre el precio. Pero solo si la demanda se mantiene o crece. Y ahí radica el desafío.
Más allá de la quema: construyendo una utilidad real
SHIB todavía tiene cientos de billones de tokens flotando. Eso es una montaña de monedas. La oferta por sí sola no puede elevar el precio. La demanda también debe aumentar. De lo contrario, la quema sigue siendo simbólica. Impresionante, sí. Pero no es un boleto garantizado para precios más altos. El futuro de SHIB no se escribirá solo con las quemas de tokens. El uso en el mundo real debe impulsar la historia ahora. Y se están produciendo avances. El equipo lanzó Shibarium, una solución de Capa 2 destinada a escalar y reducir las tarifas de gas. Eso es un gran paso.
También introdujeron la Capa Alpha de Shib: una herramienta para desarrolladores que construyen aplicaciones blockchain rápidas. Y acaban de asociarse con TokenPlayAI para entrar en el gaming de Web3. Estos movimientos sugieren una ambición seria. SHIB quiere deshacerse de la etiqueta de meme y convertirse en una moneda de utilidad. Aún así, el mercado no ha respondido completamente. Los inversores necesitan más pruebas. Quieren ver adopción, no solo anuncios.
Por ahora, las piezas están encajando, pero la tracción sigue siendo lenta. La gran quema envía una señal fuerte. SHIB tiene como objetivo mantenerse en el juego. Pero el precio no subirá solo por escasez. Subirá cuando la gente crea que SHIB aporta valor—en cadena y fuera de cadena. Por ahora, la esperanza flota en llamas. Pero la demanda real decidirá si SHIB vuela o se apaga.