Al acercarse a los cuarenta, siento cada vez más que aquellos con pocos frenes son más propensos a acercarse a la libertad;
Pero la verdadera libertad es que, aunque tengas muchos frens, sigues siendo tú mismo, eso es lo más importante.
Porque eso significa que no te apoyas en la "soledad" para mantenerte a ti mismo, sino que, en medio del torrente de diversas relaciones, sigues siendo firme y claro.
Este proceso se describe perfectamente con dos palabras: ¡autoconsistente!
No es que tenga un carácter frío o que no me importe el mundo, sino que puedo amar, puedo conectarme, pero no depender; puedo empatizar, puedo acompañar, pero no ser secuestrado por las emociones; puedo decir "sí", pero también puedo decir "no" con tranquilidad.
Recuerdo que Navarra decía algo parecido: la verdadera libertad es hacer lo que uno quiera, no hacer algo por miedo, por expectativa o por necesidad de aprobación.
Me gusta hacerlo así, simplemente porque me gusta, ¡no tiene nada que ver con los demás!
Con calma y tranquilidad, disfrutando de la vida!
Ver originales
This page may contain third-party content, which is provided for information purposes only (not representations/warranties) and should not be considered as an endorsement of its views by Gate, nor as financial or professional advice. See Disclaimer for details.
Recompensa
Me gusta
1
Compartir
Comentar
0/400
XiaoYuxin
· 06-24 05:28
¡Agárrate fuerte, que vamos a despegar To the moon!
Al acercarse a los cuarenta, siento cada vez más que aquellos con pocos frenes son más propensos a acercarse a la libertad;
Pero la verdadera libertad es que, aunque tengas muchos frens, sigues siendo tú mismo, eso es lo más importante.
Porque eso significa que no te apoyas en la "soledad" para mantenerte a ti mismo, sino que, en medio del torrente de diversas relaciones, sigues siendo firme y claro.
Este proceso se describe perfectamente con dos palabras: ¡autoconsistente!
No es que tenga un carácter frío o que no me importe el mundo, sino que puedo amar, puedo conectarme, pero no depender; puedo empatizar, puedo acompañar, pero no ser secuestrado por las emociones; puedo decir "sí", pero también puedo decir "no" con tranquilidad.
Recuerdo que Navarra decía algo parecido: la verdadera libertad es hacer lo que uno quiera, no hacer algo por miedo, por expectativa o por necesidad de aprobación.
Me gusta hacerlo así, simplemente porque me gusta, ¡no tiene nada que ver con los demás!
Con calma y tranquilidad, disfrutando de la vida!